El registro de la ciudad vacía tiene como objetivo plantear una reflexión sobre cómo nosotros, al estar inmersos en las dinámicas de producción, configuramos una Bogotá acelerada. Sin embargo, en nuestra ausencia temporal, se crea un espacio inmenso que parece detener el ritmo frenético de la ciudad, así como la producción y la degradación del ecosistema. A través de esta visión poética de la realidad nocturna, se busca reconocer la posibilidad fantasiosa de habitar Bogotá de una manera más sosegada, desvinculada de la velocidad implacable de la vida cotidiana.
La elección de estos lugares busca destacar la transformación que experimenta la ciudad durante la noche y cómo este cambio puede ofrecer una perspectiva distinta y apacible de Bogotá.
Esta serie de fotografías, se sitúa ante la incapacidad de adaptarse al conjunto de condiciones que determinan la ciudad y la imposibilidad de no poder dejar de habitarla.